miércoles, 10 de mayo de 2017

The Sopranos: Tony Soprano busca a Kierkegaard en el sacrificio de su sobrino Moltisanti


The Sopranos: Tony Soprano iguala a Abrahán en el sacrificio de su sobrino, Christopher Moltisanti.


Tony Soprano, junto a su sobrino de raza mafiosa, no de sangre, Christopher Moltisanti, mantienen una reunión de negocios con el clan neoyorquino liderado por Phil Leotardo, y a la vuelta, mientras Moltisanti conduce su Land-Rover, el jefe adiposo, se da cuenta de dos cosas: la primera, es su debilidad; la segunda, es que está drogado. 
 
Así, Chris puntualiza que debe ceder ante los porcentajes que exige Leotardo, pero Tony, responde enérgico, que si claudica, cultivaría un preliminar de flojedad frente a su mayor competidor del hampa. En ese instante, se produce una divergencia filosófica en la que Chris aboga por ceder para evitar colisiones con Nueva York, ya que posee un temible ejército, pero Tony, no quiere doblegarse ante el enemigo comercial de mayor proximidad geográfica.
 
La cosa se tuerce aún más, cuando Tony descubre que su sobrino está colocado. Sus ademanes intermitentes, sumados, a sus miradas barboteadas, le impiden poder mirar de frente. Ello provoca que se salga de su carril con la finalización de un accidente espectacular con varias vueltas de campana. Tony aguanta mejor la embestida y puede salir del coche, pero antes aduce dos razones para sacrificar a su sobrino:
 
1ª Le confiesa que no pasaría un control antidrogas.
2ª Un tronco revienta la silla de coche de bebé. La hija de Moltisanti, de un año de vida, habría muerto.
 
Ante esta situación, y con un Moltisanti inmóvil por el aparatoso accidente, Tony decide ahogar a su sobrino obstruyendo su nariz y su boca con su zarpa grasienta. Una vez muerto, llama a la ambulancia.
 
A este respecto, Carlos Goñi, en su libro "El Filósofo Impertinente: Kierkegaard contra el orden establecido" declara, lo siguiente:

La ética racionalista sostiene que el deber del hombre consiste en subordinarse al imperativo universal, a lo que Johanes (pseudónimo de Kierkegaard) llama general. Cuando el Singular siente el impulso de afimarse a sí mismo en su singularidad, se considera como una tentación. Si persiste en ello, se coloca fuera de lo general y, en este sentido, se dice que ha pecado. Por ello, los moralistas se escandalizan con la historia de Abrahán y ven en él un asesino de intención. Esta forma de razonar, hace de Dios un infame tentador y del pecado una simple expresión de lo finito y particular".
 
Por ello, Tony Soprano ejecuta a Christopher, porque el jefe de la mafia de Nueva Jersey representa al Ente Singular, que en su particularidad, está por encima del resto de los sujetos. Él tiene el poder, conoce las leyes y tiene la voluntad para ubicarse por encima de ellas. Sabe que su sobrino se ha sumido en la más absoluta decadencia, que la droga le ha convertido en una oveja débil, sin criterio... Moltisanti es la simbolización de la enfermedad, es un soldado cancerígeno para el clan que pone en peligro al seno de la familia.

Y además, su drogadicción miserable es un peligro para su hija de un año, quien habría muerto sin duda alguna si hubiera viajado en el Land-Rover de su yonqui-padre. Tony no es un asesino de objeto sino que es un facilitador de lo Absoluto.


Además, Goñi apuntala, en relación a Kierkegaard:


"Y cada vez que el Singular se reivindica en su singularidad frente a lo general, peca, y solo reconociéndolo de nuevo puede reconciliarse con lo general. Cada vez que el individuo, después de haber ingresado en lo general, siente una inclinación a afirmarse como el Singular, cae en una Anfaegtelse (duda, tentación, inquietud, ataque) de la que únicamente podrá salir si, arrepentido, se abandona como Singular en lo general (Temor y temblor)".
"Para la ética racionalista no cabe la excepción, pues en el momento en que el Singular se afirma como tal, peca, lo cual le hace caer en un estado de Anfaegtelse del que solamente puede salir si, a través del arrepentimiento, se abandona otra vez en lo general. La palabra danesa Anfaegtelse significa duda, tentación, inquietud, ataque, y se refiere al estado en el que el hombre se encuentra en el umbral de lo divino, en una especie de horror religious, de duda o inquietud religiosa, de ansiedad o de crisis espiritual ante el misterio de lo absurdo. El término fue puesto en circulación en la teología de Lutero en el sentido ya dicho de duda, incertidumbre, tentación..., es el escrúpulo (es así como lo traduce al italiano Cornelio Fabro), como relajación de la fe y la libertad".

En este sentido, Tony Soprano es una figura célica, a diferencia del resto de los mortales aplica una parajusticia célica que no está al alcance de las personas humanas comunes. Al sacrificar al bastardo, al débil, logra equilibrar la cosmología de su progenie. Tony no sufre de anfaegtelse (duda, miedo o tentación en danés); en él no hay dubitandum posible, no hay miedo: pues sabe que la única tenebrosidad es la indecisión del Ente General que no tiene la potencia de realizar el acto supremo. Él es el responsable máximo de ejercer justicia divina con su zarpa, la misma que asfixia a Christopher, el drogata de tercer régimen moral, que casi acaba con su vida; el incapaz de salir del túnel de los estupefacientes.
 
Asimismo, Carlos Goñi señala lo siguiente, siguiendo la línea kierkegaardiana:

 
"El único que puede discernir si se encuentra en un estado de Anfaegtelse (duda, tentación, inquietud, ataque) o, por el contrario, ha llegado a convertirse en un caballero de la fe, es el propio Singular. Cuando ha concentrado todo lo ético en un punto, le pueden ocurrir dos cosas: que no logre la suspensión y, entonces, será presa de Anfaegtelse (duda, tentación, inquietud, ataque); o que pueda quebrantar todo lo ético y se posicione en una esfera más elevada -supraética-; entonces, se habrá convertido en un verdadero caballero de la fe. Esto último lo realiza Abrahán: ´Él ha cancelado con su acción toda la ética, obteniendo su telos superior fuera de ella, respecto al cual la ha supeditado´, no puede encontrar justificación en lo general, no puede expresarse en lo general, pues si lo hiciera, o tan solo lo intentara, en ese mismo momento ya había entrado en un estado de Anfaegtelse (duda, tentación, inquietud, ataque). A Abrahán, como excepción, como Singular, le falta una instancia intermedia, le falta la mediación en lo general, porque se ha colocado por encima de lo general; esta es la paradoja que no admite mediación, es decir, la fe. El caballero de la fe se coloca en una relación absoluta con lo Absoluto cuya única justificación reside en lo paradójico; no será justificado en virtud de su integración en lo general, sino en razón de su calidad de Singular".

Por tanto, Tony Soprano busca a su yo célico con este sacrificio, completamente justificado a los ojos de los dioses. El general del hampa trata de igualarse a Abrahán, el hombre que por dictado de Dios recibió la orden de asesinar a su propio hijo. Tony amaba a Chris como a un hijo pero se vio necesitado a sacrificarlo por una causa mayor. Con su muerte, Tony Soprano abraza al caballero de la fe descrito por Kierkegaard, y se sitúa en un estado supraético, donde certifica su estatus de supremacía frente a los seres humanos corrientes.
Asimismo, Tony no rinde cuentas a nadie. El hombre orondo ejecuta sentencias por motivo de su rol de Singular. No tiene mediadores, ni tampoco, un superyó que le autolimite. Sus acciones se proyectan en relación con lo beatífico, de ahí, su carácter único de Singular, su posición de summo dux belli (máximo general de guerra), y por ello, debe suprimir a su sobrino para reequilibrar la energía de la familia ideológica.

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